Definitivamente a veces suceden cosas de las que es imposible no reírse. Sino que lance la primera piedra aquél que no se ha reído nunca de la caída (no grave, claro) de alguno de sus amigos. ¿Quién no se ha burlado de aquellas situaciones en las que el prójimo se halla en circunstancias poco favorables, pero que resultan ser graciosas? Si alguien dice que no, es porque no ha visto esto:
Y tampoco ha visto esto:
2 comentarios:
Espero que lo que traía la chava en la carretilla haya sido tierra y no estiercol como me temo jajaja...
jajajaja muy buenos, y sí acepto que me río y muuucho de los accidentes así, de las desgracias de los demás... es mejor verlo con alegría no?? jajaja mientras no sea nada grave evidentemente ;) muchos abrazos
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