lunes, septiembre 1

No todo lo que brilla... es calva!


Bien dice el sabio adagio popular que no todo lo que brilla es oro (o calva! jaja) haciendo referencia al hecho de que no todo es lo que aparenta ser. Hoy más que nunca me he dado cuenta de lo cierto que es este refrán.

Muchas veces tenemos el defecto de predisponernos con las personas y las catalogamos según la primera impresión que ellas nos dan. Por lo general, siempre evito entrar en estos juegos porque, como bien dicen los abogados, nadie es culpable hasta que se demuestre lo contrario y de hecho, esto debería ser así para evitarnos las injusticias con el prójimo.

Evidentemente, si yo hago esto, espero que la gente también lo haga conmigo y por esta razón siempre trato a la gente de la manera más cordial posible, y no porque intento ganarme a las personas, sino más bien por una cuestión de respeto mutuo... pero simplemente hoy no se pudo.

Se perfectamente que, en esta oficina, todos trabajamos contra reloj y con una presión que a veces parece ser que nos doblega, pero ese no es justificativo como para soportar malos tratos. No es justo que, si guardo mi comida en el refrigerador para comérmela después, alguien con más "hambre" que yo se la coma antes y me deje a mi solo con las ganas. No es justo que, si doy una cuota para comprar algo entre todos, a mi ese algo no me llegue. No es justo que, si después de haber conversado con la secretaria para hacer y enviar un oficio que es su responsabilidad pues por eso le pagan, me toque hacer todo a mi. No es justo que, yo salude a todos con un buenos días sonoro, y el resto de personas no me alcen ni a ver... pero en fin, que se le puede hacer si ya hemos comprobado que la presencia del diablo está más que clara! (jajajaja).

Hoy simplemente hice lo que debí haber hecho: exploté como nunca antes, reclamé como siempre he querido y me desahogué con el único fin de sentirme bien...

En fin, siento que últimamente me he estado quejando mucho, (o tal vez esa es la impresión que me dan las entradas de este blog) y sé que mucho tiene que ver con la presión laboral, pero intentaré calmarme para no aburriros a ustedes que me leen y a mi misma, a nadie le gusta un quejumbroso o si?