lunes, agosto 4

Con chuchaqui moral...

¿Cómo definir a ese sentimiento que queda después de haber hecho o dicho algo que ha traicionado a la conciencia? Yo lo defino como un chuchaqui moral (para aquellos que no saben lo que es un chuchaqui -término de lo más ecuatoriano por cierto-, déjenme decirles que es un sinónimo de resaca, aquél malestar que nos da al día siguiente después haber bebido demasiado alcohol), un malestar indescriptible que sólo puede ser comparable con un vacío en el estómago y en el corazón.

La verdad siempre he pensado que uno debe vivir la vida sin el temor del arrepentimiento, porque éste es el único pecado que existe, o por lo menos, así decía mi abuelita... Y bajo esta premisa y contexto debo confesar entonces que he pecado, hice algo que no debí hacer y ahora la conciencia me está matando. La verdad, puede ser que esté exagerando y, a la final, lo que hice no tenga demasiadas repercusiones, pero aún así no puedo dejar de pensar en el hecho...

Se que hubiera sido más fácil evitarme la pena y el malestar pero, como todos saben, la carne es débil y el diablo empuja (jaja), y a pesar de que suena a una excusa de las más baratas, esto en mi se aplica a la perfección... Solo espero que todo salga bien o, por lo menos, no tan mal y que mi conciencia, de a poco, deje de recriminarme... En fin, se me han acabado las ideas, pero el hueco en mi sigue creciendo, ¿qué hacer?... Tal véz una disculpa lo solucione todo, pero ¿y si no?... No soy cobarde, pero tener el rabo entre las piernas como perrito apaleado tampoco me hace del todo valiente... insisto, ¿qué hacer?

3 comentarios:

the lines on my face dijo...

uchales! pues aquí lo llamamos cruda moral, que es lo mismo que tu llamas chuchaqui (término buenísimo que sino olvido aplicaré de ahora en adelante en mi vocabulario)...
Y pues te entiendo, no es bueno arrepentirse, ni sentirse mal por algo que no hubo forma de evitar porque pues tomaste la decisión... pero luego sí se complica todo y se convierte en un caos y las cabezas explotan y luego ruedan jajaja... Yo sólo recomiendo paciencia, piensa las cosas, qué es lo que te conviene más, qué es lo que debes hacer, pero nunca con la cola entre las patas porque pues ya lo hiciste... muchos abrazos, suerte ;)

edgarcia dijo...

mi opinión es que te disculpes si en verdad sientes la necesidad de hacerlo, porque si tu arrepentimiento es más que nada por "moral" y no por convicción no valen las disculpas, más vale vivir con algo que hicimos y resultó mal, que no hacer algo que moríamos por hacer y no saber cual hubiera sido el resultado...

Anónimo dijo...

Pues nada.... esperar a que el chuchaqui se vaya, seguir pa lante.... y no decir nada a nadie.....
Normalmente en unas pocas semanas te das cuenta de que era una pelotudez, pero si lo cuentas a la persona afectada, te cagaste!!