miércoles, julio 30

El buen Vivir, como causa y efecto del desarrollo

El concepto del Buen Vivir (o Sumak Kawsay en quichua) como base y sustento del nuevo modelo de desarrollo del Ecuador enunciado en la constitución, ha causado mucho revuelo en todas las esferas políticas y económicas. Unos dicen que este no es más que un modelo sustentado en el comunismo y que está disfrazado de un hiperpresidencialismo sin precedentes históricos, el que busca la estatización desmedida de toda propiedad y el control absoluto de todos y cada uno de los negocios estratégicos e inversiones estatales (manejo de aeropuertos, inversiones petroleras, hidroeléctricas, etc, etc, etc.). Y claro, por esta visión, la derecha busca a toda costa infundar el miedo en la sociedad utilizando la estrategia (sucia) de decir que esta constitución fue hecha como copia fiel de la venezolana.

Sin embargo, no hay nada más erróneo que esto. Este concepto busca implantar una visión en donde el concepto de desarrollo solo será posible en la medida en que se aprovechen de manera sustentable (en términos ambientales, sociales, empresariales, económicos y políticos) todos los recursos ¿en base a qué?, al aprovechamiento del principal factor de producción y desarrollo (y el objeto del mismo), el ser humano. Este buen vivir, es un concepto ancestral que nace desde la cosmovisión indígena que busca como fin último la convivencia armónica entre lo natural, lo individual y lo grupal y antepone el interés general (o bien común) al individual.

Para muchos opositores del concepto, esto no es nada más que lírica que no aporta en nada al desarrollo del país, pero es ahí cuando discrepo. Si nosotros nos ubicamos como seres sociales, debemos aprender a vivir en comunidad; es decir, una relación con los demás individuos en donde no se afecten las libertades de cada quien. Pienso que el principal problema del modelo de desarrollo actual es que busca homogeneizar todas estas relaciones, sin respetar las diversidades culturales, étnicas, políticas y económicas de cada individuo. ¿Por qué creer que lo que yo necesito, es lo que el otro necesita?. Si bien el concepto de desarrollo es universal, creo que se debería aplicarlo de manera individual y mediante consensos para que la armonía de las relaciones no se vea afectada.

El buen vivir como concepto de desarrollo implica que el Estado estará en la obligación de cumplir y hacer cumplir el goce efectivo de derechos y libertades de cada persona respetando su origen. Ciertamente no es una tarea fácil y, para que sea efectiva, el costo del cambio en la estructura económica será bastante alto, pero creo que vale la pena, o no?

1 comentario:

the lines on my face dijo...

sipi, estoy de acuerdo contigo... El problema es vencer a todos esos lados políticos, derecha, izquierda, centro, todos una ficción... todos demasiado influyentes y todos interesados en si mismos... y empezar realmente a pensar en esa comunidad con individuos únicos... en fin!! suerte, porque en donde quiera que sea es el mismo relajo...
muchos abrazos ;)