martes, agosto 12

Hoy no tengo nada que contar...

Ja! pero aún así escribiré... Hace poco estaba recordando (descifrando) mi vida (corta, sin mayores complicaciones ni sobresaltos, pero creo que desde mi punto de vista sesgado jaja nada aburrida) y me he dado cuenta de que siempre, sin temor a equivocarme, termino enredada en situaciones muy fuera de lo común. La verdad no se cómo le hago, pero no hay día de la semana en el que no me pase nada caótico, dramático, curioso y/o chistoso...

Y en efecto, este día tuvo mucho de eso. Primero fui a una reunión de trabajo bastante importante, y tomando en cuenta de que soy prácticamente nueva, mi reacción fue de especial nerviosismo (de ese que te da cuando tienes temor de hacer o decir algo mal). Estando ya en el lugar de la mencionada reunión, yo muy formal entro a la sala y me siento a esperar a que todos los asistentes lleguen; pedí mi café de rigor y, mientras revisaba la documentación, esperaba a que comience. Como se estaban demorando en llegar (media hora de retraso) se me ocurrió levantarme para ver si alguien tenía la decencia de entrar a la sala de reuniones, entonces me acerqué a la puerta, que por cierto estaba cerrada, para abrirla... pero cual va siendo mi sorpresa que, justo en ese momento, alguien decidía entrar, yo no me fijé y le di un portazo en la cara! Así que ya se imaginarán la mía cuando la persona que entró me miró con ojos de odio intenso...

Bueno, siguiendo con mi relato terminada la reunión (que salió muy bien a pesar del incidente) tomé un taxi para regresar a mi oficina. Mientras esperaba a que se pusiera la luz en verde, de repente me di cuenta que la cabina del automóvil se comenzó a llenar de humo, asustada me bajé casi pegando un brinco y, en efecto, el taxi se estaba incendiando mientras yo miraba asustada y casi a 20 metros del auto (claro, obviamente corrí cual loca!). Mientras yo ideaba cómo salir de ese apuro, llegó una patrulla con algunos policías para auxiliar al chofer del taxi, y claro como se dieron cuenta de que era yo la persona que venía en él decidieron ayudarme llevándome a mi lugar de trabajo (jajaja), como no tenía más dinero y aún faltaban al menos unas 7 cuadras, decidí subirme... imagínense la cara de mis compañeros cuando me vieron bajar del patrullero...

Así concluyo diciendo, ¿tendré algún imán para atraer a este tipo de situaciones tan locas?

2 comentarios:

edgarcia dijo...

Yo sí creo que mucho tiene que ver la actitud con que inicies el día, yo defino eso como el "iman" que mencionas, habemos personas con mucha actitud, poca actitud y otras que de plano están en cero. Saludos mi Vero, esperamos seguir leyendo tus aventuras!!!

the lines on my face dijo...

jajaja no sé si debería de decirte que me reí muchísimo con el portazo y con toda la escena de película de acción que terminó en patrulla-taxi, jajajajajajajaja...
no sé por qué te pasarán esas cosas, pero así pasa cuando sucede... sino imagínate... qué aburridos serían nuestros blogs!
saludotes y aguas con los accidentes raros...
abrazos