domingo, noviembre 23

De cuando la inspiración se va...


Desde hace mucho que he tenido problemas para expresarme, para escribir y para transmitir mis emociones. Sin motivo aparente, he dejado que la cotidianeidad se haga cargo de mis pensamientos hasta el punto de embeberme en la rutina de todos los días y, aunque parezca mentira, me he sumido en un estado emocional de alteración constante. Todo, absolutamente todo me provoca estrés y la poca paciencia que tengo se me agota con el pasar de los segundos.

Se que suena triste, pero me preocupan cada vez cosas más triviales relacionadas con el trabajo el cual, sin ánimo de sentirme mal interpretada, me gusta pero a veces siento que me sofoca. ¿Por qué no lo dejo? porque siento que si no lo hago yo, nadie más lo va a hacer y no quiero dejarle la responsabilidad a nadie más... posiblemente no me haga entender, pero así soy, así estoy últimamente... sin poder comunicarme.

Realmente lo que quisiera es desconectarme un segundo del mundo en el cual me he metido, para re-encontrarme, re-definirme, re-vivirme y por qué no? re-conocerme. En fin, no se que me pasa de repente todo me resulta inmensamente grande, y lo único que quiero es poder perderme y huir de tanta banalidad...necesito tiempo.

2 comentarios:

Thor00 dijo...

Mi queridisima Verolele ... solo necesita una taza de cafe caliente, un par de cucharaditas de recuerdos y con un suave movimiento de aliento, todo quedará solucionado.

PD. si la receta falla es porque no notó mi besito en su frente mientras leía estas líneas y mecía el cafecito.

Saludos,

Thor00

the lines on my face dijo...

te entiendo perfectamente, a mi me pasa algo muy similar, sobretodo cuando trabajo en oficinas, por eso lo dejo a los 3 meses... apesar de que tengo el mismo complejo que tu... en fin... ánimo, escribe aquí y saca todo aquello que te aqueje... abrazos