martes, noviembre 13

Una vida sin sentido

Las ganas de llorar invaden cada parte de mi ser. Una y otra vez la frase aquella frase que me hace temblar se instala en mi cabeza. No puedo más... gritar, correr, huir, esconderse o simplemente olvidarlo no parece suficiente ¿qué puedo hacer? Incompleta me siento, un espiral del q no se puede salir. ¿Exageración?, posiblemente. Sin embargo nada de lo que hago me hace sentir mejor. La idea de que soy algo que no debe existir o alguien que debe ser olvidada me remueve las entrañas. Sola, recordando mientras los segundos van pasando confundiendo la realidad. Inexplicablemente, me siento más liviana ¿será acaso que cuando tu presencia partió de mi me libró de mi peso extra?...
Odio esperar, soy demasiado impaciente e incluso hasta egoísta... pero esto ya es demasiado. La espera es inerte, dolorosa y terriblemente inagotable.
Me siento absurdamente triste.... mas aún sabiendo que quiero amarte y no puedo

sábado, noviembre 3

Arpa de color magenta


Una arpa ruboriza el cielo, como si la tristeza tuviese un color magenta.

He visto este sonido en algún lado, forcé la memoria, pero no había recuerdo ni eco semejante a esta instantánea.
¿Seré preso de la melancolía? Sólo un melancólico ve sonidos del pasado, los usa como hoyos de escapatoria, huye en ellos, en ellos ora, llora en ellos, y ya en ellos deja de ser él...Pero no, este no será mi caso.

Hace un par de días que la melancolía ya no habita, en vano he de esforzarme. Los ojos cerrados jamás recuperan recuerdos, elaboran los propios a través de fantasmas que quedan al peinar la realidad con inquietas pestañas.

Ver al cielo en magenta sería verlo llorar con los ojos llorando, o ruborizarse por culpa del atardecer. Fue desde entonces que me he propuesto grabar minuciosamente la realidad, para que cuando habite en ellos, nosotros o ustedes, tengan mis colores en su mirada.

Valiente solución desde aquí, instar por instantáneas curiosidad y respeto a los días. Y si el arpa que entinta magenta al cielo no existía, verla con ojos de otoño y hacerla danzar en las hojas viento será bastante insinuación para asirla, adelante -me dije-. Comencé a ver aves y en ellas el desvelo del arpa nocturna. Había iniciado, con un pequeño desliz, el arpa nocturna que muda en magenta al silencio de la mirada.

Fue así que la encontré tan dispuesta a volverse recuerdo, sin querer ser tiempo, antes del ocaso, antes del desvelo, mucho antes que el paraguas de hielo se derritiese al cielo, siempre mucho antes. Unió, como arpa de poetas, a la muerte en el quicio de la puerta. Solo veía su espalda, era un trigal inmenso; en ella, las sombras danzaban con el viento... Un ligero sonido emulaba al recuerdo. De ella me separaba una ventana de reflejo nulo.

Al iniciar con el arpa nocturna, mi deseo de cielo magenta se hizo instantánea. Uno a uno maquillaron una flagelación con su reflejo hecho sombra, y el sonido que aves agotaban con murmullos de nota, encadenó el Déjà vu que imaginaría después.

La mirada bajó hacia mi mano, leí mi destino. Había creado una arpa que ruborizaba el cielo, como si la tristeza tuviese un color magenta.

PP.


viernes, noviembre 2


Debo decir que me encuentro aletargada, más que fastidiada... y es que sí, simplemente no me hallo en ningún lugar. Esto de extrañarte se me hace cada vez más difícil, un vacío intensamente doloroso se abre en el espacio entre mi pecho y mi estómago. No se por cuánto tiempo pueda soportar saberte lejos, odio esperar y mi paciencia se hace cada vez más escasa. Odio quejarme, pero ya no puedo más...
Hoy no se ni a dónde voy, menos en donde estoy. Me encuentro a la deriva y la vida me parece un sin sentido dolorosamente interminable. Me parece curioso pensar en todo esto, sentirme tan hueca sin ti, tan perdida... y es que no me gusta saberme sin ti...
Hoy las palabras dichas se repiten sin cesar en mi mente, redundan y se presentan como alfileres haciendome entender que esta vida sin tí podría ser eterna. Es así como el miedo se presenta con su cara gris en mi, miedo que se hace cada vez más intenso, más extenso; me va carcomiendo lo que tengo dentro y se instala cual dueño de todo.... Nunca pensé que extrañarte así fuera tan doloroso...















jueves, noviembre 1

Heme aquí

Sueño, cansancio y aburrimiento. Frases, palabras huecas, un sin sentido se marca en la cara de todos... Hambre, pausa intermitente. Correr, volar, huir, escapar (o morir?). Suena un celular insistentemente y caigo de nuevo a la realidad... Qué frío hace!!!

Te extraño, el sonido de tu voz me hace falta... intento pensar en otra cosa, canalizo mis fuerzas en los pendientes de mi vida (una vida en hold, sin ti). Sueño otra vez, pero quiero escapar, sacudirme, esconderme...

De entre estas nubes aparece un sol tímido, un sol que no calienta... Más palabras, una tras otra, frases extrañas. Un lapsus mental me embarga. Quiero volver o despertar, lo que ocurra más rápido. Dan las 12 y todo sigue igual. Lo único que entiendo es que no existe una cuenta regresiva que me devuelva a ti.... La risa de gente extraña me devuelve a lo que estoy viviendo (a fuerza), sueño otra vez, bostezo y anhelo... He decidido contárselo al mundo... mientras digo aquí estoy, lo quiera o no.